Sublevación carlista de octubre de 1900

[3]​[4]​ No obstante, tanto los diputados carlistas en el Congreso, como el diario tradicionalista El Correo Español, aseguraron que los carlistas estaban tranquilos y que no estaban organizando ningún alzamiento generalizado.[8]​ La conspiración carlista acabaría fracasando, entre otras cosas, porque el general Weyler, que estaba implicado en la misma, retiró su apoyo[7]​ y las potencias europeas mostraron su oposición al movimiento.No obstante, algunos carlistas pensaban que aquella era la mejor ocasión para triunfar e intentarían realizar el levantamiento sin la autorización de los principales jefes.[17]​ Tras varios minutos, los carlistas se dieron a la fuga, siendo perseguidos por los cuerpos de policía que habitaban en el cuartel.[22]​ Tras la intentona, el gobierno clausuró todos los círculos carlistas de España y suspendió su prensa durante algunos meses.[25]​ Asimismo, según Soliva, el general Moore había estado en contacto con José Janer y Ferrán, agente de Bolsa y carlista comprometido, con la intención de que la insurrección sirviese también para hacer una jugada de Bolsa, cosa que Moore habría ocultado a Soliva y Muntadas.El alzamiento habría sido, según sus promotores, «un último esfuerzo» para salvar a España.[28]​ El historiador tradicionalista Melchor Ferrer calificó la sublevación como «la única manifestación varonil que hubo en España de protesta contra la vergüenza del desastre colonial y contra la nefasta política de la Reina Regente».
Caricatura de la sublevación carlista, en la que salen numerosos milicianos carlistas de una cesta del almuerzo donde estaban escondidos
Cuartel de la Guardia Civil en la calle de la Conquista de Badalona
Torre de Baró, en Moncada , donde se concentraron los sediciosos después de su ataque a Badalona.