[12] Al no llegar la orden de alzamiento de la máxima instancia, Soliva y otros jefes carlistas, viendo que se estaba dejando pasar la ocasión más propicia para la insurrección tras el desastre colonial, planearon el levantamiento sin la orden de Don Carlos, a quien consideraban que retenía su esposa Doña Berta.[13] Soliva se reunió en Madrid con Vázquez de Mella y el brigadier Gómez Solana.Aunque el segundo le transmitió que no había logrado apoyos en San Sebastián, Soliva continuó la conspiración.Sin embargo, el día 13 Moore había hecho circular una nota comunicando a las jefaturas carlistas que sería destituido de empleo y cargo quien se alzara sin orden suya.[16] Tras el fracaso de la insurrección, Soliva fue condenado por las autoridades y posteriormente indultado.En 1901 Juan María Roma fue a Venecia para reivindicar ante el pretendiente su lealtad carlista y la del coronel Soliva, quien falleció poco después.[19] En 1904 el Padre Corbató y Juan Bardina, expulsados del carlismo, editaron con numerosas anotaciones la memoria que Soliva, desencantado con Moore y Don Carlos, habría decidido hacer pública poco antes de morir.
Nombramiento de Salvador Soliva como Jefe carlista de la Brigada de Barcelona por
José B. Moore