Alfonso Hernández-Catá

Su padre falleció en 1893, hecho que lo marcó con un hondo vacío y un insaciable inquietud por participar en revueltas juveniles.De su corta experiencia en la milicia, escribió que "sólo saqué un desmesurado amor a la indisciplina".Volvió a Cuba en 1905 y se estableció en La Habana, trabajando como lector de tabaquería.Adquirió la nacionalidad cubana en 1907, cuando publicó su primer libro, Cuentos apasionados, que tuvo un gran éxito en los lectores.[4]​ En 1909 inició su carrera diplomática como cónsul cubano de segunda clase en El Havre, y después lo fue en Birmingham (1911).En 1915 estrenó su tercera comedia en colaboración con Insúa, Cabecita loca, y publicó la colección de novelas cortas Los frutos ácidos.[5]​ En 1918 llegó a Madrid como cónsul de Cuba de primera clase y en 1919 publicó cuentos sobre animales reunidos en Zoología pintoresca y estrenó su quinta comedia dramática en tres actos El bandido, y después la sexta Nunca es tarde, ambas escritas en colaboración con su cuñado Alberto Insúa; también estrenó su primera comedia en tres actos en solitario, La casa deshecha, protagonizada por la actriz Margarita Xirgu.En 1921 también publicó la novela El placer de sufrir, escrita un año antes y estrenó su segunda comedia en solitario, La última flecha.En 1929 publicó su ensayo Mitología de Martí y estrenó su última obra teatral, la comedia en tres actos La noche clara.
Caricaturizado por Tovar (1922)
Caricaturizado por Pellicer para el periódico madrileño El Imparcial (1925)