Luego del fracaso de la llamada «apertura política» impulsada por el ministro del Interior Sergio Onofre Jarpa y el quiebre de las conversaciones entre gobierno y oposición, el arzobispo de Santiago, monseñor Juan Francisco Fresno, realizó un «llamado a la reconciliación» entre todos los sectores políticos.
Concurrieron a su suscripción 19 personalidades representantes de 11 partidos políticos, que abarcaban desde la adhesión crítica a la dictadura militar (expresada en el MUN y el PN) como hasta la oposición al mismo (representada en la Alianza Democrática y sectores socialistas).
[3][4] En el caso del Movimiento de Acción Nacional, su líder Federico Willoughby-MacDonald apoyó personalmente la firma del documento, razón por la cual se marginó de la agrupación y se incorporó a la oposición al régimen.
[5] Posterior a su firma, en noviembre de ese año, el Centro de Estudios Públicos realizó el seminario «Acuerdo Nacional y Transición a la Democracia», que contó con la presencia de los coordinadores del Acuerdo, así como personalidades políticas del momento como Eduardo Boeninger, Ángel Flisfisch, Óscar Godoy y Jaime Guzmán.
[2] El Acuerdo fue rechazado por Pinochet y el gobierno, quienes no recibieron a los firmantes ni auspiciadores del documento.