No se debe confundir con el acrónimo, que es el acortamiento tomando las siglas, como la onu, la nasa o los EE.
La reducción del cuerpo fónico se da sobre todo en palabras que son largas y difíciles de pronunciar (por economía del lenguaje) o que se usan muy asiduamente.
También pueden darse acortamientos con varias palabras o colocaciones, es decir, expresiones habituales, como «por si acaso», porsiaca.
[2] El acortamiento se hace mediante diversos metaplasmos de supresión: En muchos casos, el acortamiento acaba por prevalecer en el habla común frente a la palabra original, como metro en vez de «[tren] metropolitano» o zoo en vez de «zoológico».
Se listan solo algunos ejemplos en el idioma español:[2] Femeninos: Masculinos: La abreviación también es frecuente en topónimos, es decir, nombres de lugar: