Ignacio

Existiendo varias hipótesis sobre su origen etimológico, este nombre se remonta al siglo I en Antioquía.

Si bien no existe claridad con respecto a su etimología, la primera persona documentada que usó este nombre en el siglo I, fue San Ignacio de Antioquía discípulo de los apóstoles Juan, Pedro y Pablo, por lo que se ha propuesto que su origen sería griego o al menos de raíz indoeuropea.

Otra etimología da cuenta de que su origen deriva del latín Ignatius, y este de la raíz ignis (fuego), por lo que significaría fogoso o fervoroso.

Una tercera teoría etimológica dice que su posible origen latino, Ignatius, es en realidad etrusco, pueblo prerromano de la región central de Italia, cuya lengua aparentemente no está emparentada con las lenguas indoeuropeas.

[cita requerida] Sabino Arana en su obra póstuma Deun ixendegi euzkotarra (Santoral onomástico vascongado) propone Iñaki como forma euskaldunizada de Ignacio.