Ignacio de Láconi
Durante su juventud, sufrió una grave enfermedad y, al recobrar la salud, dedicó su vida a Dios en la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos.Tras servir en la comunidad durante varios años en diversas ocupaciones, fue nombrado paladín de la limosna por su conducta edificante.La hermana de Ignacio le escribía con frecuencia para pedirle una visita y recibir sus consejos en determinadas materias.Ignacio no quería prestar atención a su petición, pero cuando su superior le ordenó hacerlo, emprendió el viaje.Sin embargo, abandonó la casa de su hermana en cuanto le hubo dado el consejo necesario.La veneración de la gente mayor, y muchos enfermos experimentaron curaciones milagrosas al ser asistidos por él.