Monasterio de Santo Domingo de Silos

Se encomienda al arquitecto Ventura Rodríguez llevar a cabo las debidas reformas.

Se derribó el templo románico[cita requerida] para sustituirlo por otro de planta de cruz griega inscrita en un cuadrado (planta claramente barroca), que es el que hoy existe.

La zona habitacional de los monjes sufrió un pavoroso incendio en 1970, y se redujo a cenizas.

Desde el siglo XX hasta la actualidad, la comunidad de Silos ha tenido y tiene una gran vitalidad: con su testimonio, con celebraciones litúrgicas, con sus aportaciones a la cultura y con su irradiación, fundando varias casas nuevas en España, como Nuestra Señora de Estíbaliz en Álava o San Salvador Leyre en Navarra, incluso en Hispanoamérica: México y Argentina.

Tiene forma de cuadrado regular, las dos pandas tanto la este como la norte tienen catorce arcos por lado.

Toda la arquería va montada sobre un podio corrido con una abertura para acceder al jardín interior.

El claustro inferior debió levantarse entre la segunda mitad del siglo XI y primera del XII, mientras que el claustro superior se construyó en los últimos años de ese mismo siglo.

Cada fase refleja una forma de hacer y un estilo diferentes atribuibles a dos maestros distintos que emplearon sus propios talleres.

Las figuras del segundo taller son más realistas y poseen mayor volumen.

Sus temas son muy variados: desde los que representan escenas bíblicas o evangélicas, hasta los figurativos de animales quiméricos, grifos, leones, arpías, centauros, aves fabulosas y toda clase de elementos vegetales.

En él habitan multitud de pájaros que se dejan oír al atardecer rompiendo en silencio propio del claustro.

Tres años después fueron trasladados a la iglesia y en el siglo XIV se cubrió, dejando a la vista la sepultura, con una laude sepulcral apoyada en tres leones con la efigie pontifical del santo.

Escudo de la Abadía.
Monasterio de Santo Domingo de Silos en un dibujo de Mariano Pedrero (1892)
Claustro de Silos.
Vista aérea del claustro con su conocido ciprés.