Teniendo sus bases en la alquimia, la iatroquímica buscaba explicaciones químicas a los procesos patológicos y fisiológicos del cuerpo humano, y proporcionar tratamientos con sustancias químicas.Los iatroquímicos creían que la fisiología dependía del balance de fluidos corporales específicos.Fue una tendencia médica de vanguardia entre los siglos XVI y XVII.El sistema iatroquímico, vigente durante la segunda mitad del siglo XVII, asumió las interpretaciones paracelsistas, pero eliminando sus elementos panvitalistas y metafísicos, que sustituyó por el mecanicismo, el atomismo y el método científico.[1] Su promotor fue Paracelso, un polémico científico y alquimista suizo que impulsó la transformación de la alquimia en iatroquímica, un paso precursor de la futura revolución química.