En mayo de ese mismo año se colocó la quilla del barco.
[1] Fue bautizada con el nombre del mítico rey griego Agamenón, que participó en la Guerra de Troya.
[1][3] A principios de 1782, el barco navegó hasta las Indias Occidentales como parte del escuadrón del almirante Sir George Rodney, con el contraalmirante Sir Samuel Hood como segundo al mando.
El 12 de abril, el HMS Agamemnon participó en la segunda acción, que resultó ser mucho más decisiva.
Se le ordenó navegar hasta el Mediterráneo para unirse a la flota del vicealmirante Hood, que estaba bloqueando el puerto francés de Tolón.
Después de capturar 19 de los barcos, el HMS Agamemnon fue enviado a Nápoles para pedir al rey Fernando IV refuerzos con los que asegurar la ciudad, aceptándose proporcionar 4.000 hombres para dicha causa.
Cuando el ejército revolucionario, comandado por Napoleón Bonaparte, lanzó su asalto contra Tolón, las tropas demostraron ser insuficientes para retenerlo, y se vieron obligados a abandonar la ciudad.
Tres días más tarde, los franceses no mostraron signos de estar dispuestos a dar batalla, ordenando Hotham su persecución.
El barco francés Ça Ira perdió sus mástiles delanteros y principales cuando se topó con uno de los otros barcos de la flota francesa, el Victoire, permitiendo que el navío británico HMS Inconstant la alcanzara y se enfrentara a ella.
Debido a los vientos adversos, Hotham no pudo acudir en su ayuda hasta el día siguiente, y la flota francesa fue avistada nuevamente el 13 de julio, frente a las Islas de Hyères.
El buque, habiendo sido considerado en gran necesidad de reparación, regresó a Inglaterra.
El Capitán Fancourt pudo obtener un indulto para la compañía del barco restante.
Mientras la batalla se desarrollaba en torno al Agamemnon, junto con Bellona y Russell, que también habían encallado, mostraban señales de socorro.
[1] Tras el Tratado de Amiens, por el que concluyó la Guerra Revolucionaria, el HMS Agamemnon fue confinado en Chatham en 1802.
[1] A comienzos de 1802, el estado general del HMS Agamemnon era tan deplorable que, si no se hubieran reiniciado las hostilidades con Francia, probablemente habría sido desguazado y sus piezas reutilizadas en otros navíos en mejor estado.
[1] Un año más tarde se le asignó a la flota del almirante James Gambier, a quien se le ordenó tomar el control de la flota danesa antes de que esta pudiera caer en manos francesas.
Dos meses más tarde, el HMS Agamemnon recibió nuevas órdenes de trasladarse hasta Lisboa, donde debía participar en su bloqueo.
El barco encalló en un banco de arena desconocido en las cartas náuticas y tocó el fondo del mismo haciendo que el ancla perforara el casco.