Ouessant marca tradicionalmente la entrada sur del canal de la Mancha.
No existe ningún puerto natural protegido que posibilite la pesca como actividad económica.
Un rito característico de Ouessant en el pasado era la proella o broella (bretón bro, "país", y elez, "repatriación"), ceremonia fúnebre dedicada a los marinos de Ouessant que perecían en el mar y cuyos cuerpos no eran jamás encontrados.
Tras el oficio religioso, la proella (el nombre alude tanto a la ceremonia como a la cruz) se introducía en una urna de madera y conducida al cementerio de Lampaul, donde finalmente reposaba en un monumento especial, que puede verse aún hoy.
En el disco Finisterres, del guitarrista de rock celta Dan Ar Braz, aparece una canción que alude a este ritual, titulada precisamente La Broella.
Las costas escarpadas, que dificultaban sobremanera el acceso a Ouessant, propiciaron su aislamiento, creando así una sociedad autárquica.
En 1880 entró en servicio el primer barco de vapor que unía regularmente Ouessant y el continente (cuando las condiciones meteorológicas lo permitían), mejorando los vínculos entre ambos y contribuyendo al desarrollo de la isla.
En la segunda mitad del siglo XIX se crea una escuela, un pequeño puerto y una iglesia (que sustituye a las numerosas capillas antiguas).