En un principio se supuso que los cuásares eran agujeros blancos, aunque el avance del estudio de su formación y características ha descartado tal supuesto.El conocimiento de los cuásares ha avanzado muy rápidamente, aunque no hay un consenso claro sobre sus orígenes.Aunque aparecen débiles cuando se observan por telescopios ópticos, su corrimiento al rojo alto implica que estos objetos se sitúan a grandes distancias, lo que hace de los cuásares los objetos más luminosos en el universo conocido.A una distancia de 10 pársecs (unos 33 años luz), este objeto brillaría en el cielo con mayor fuerza que el Sol.El cuásar hiperluminoso APM 08279+5255 tenía, cuando se descubrió en 1998, una magnitud absoluta de −32.2, aunque las imágenes de alta resolución del telescopio espacial Hubble y el telescopio Keck revelaron que este sistema era una lente gravitacional.Esta evidencia ha permitido a los científicos teorizar que los cuásares generan y emiten su energía desde una región muy pequeña, puesto que cada parte del cuásar debería estar en contacto con las otras en dicha escala de tiempo para coordinar las variaciones de luminosidad.Ya que los cuásares muestran propiedades en común con todas las galaxias activas, muchos científicos han comparado las emisiones de los cuásares con aquellas de galaxias activas pequeñas debido a su similitud.Esto significa que esas galaxias estuvieron sometidas a una fase masiva de formación estelar creando estrellas de población III entre el momento del Big Bang y los primeros cuásares observados.Muchos fueron registrados como fuentes de radio que no tenía un objeto visible correspondiente.Se calculó que otra fuente de radio, la 3C 273, sufriría cinco ocultaciones por la Luna.Este descubrimiento mostraba que la 3C 273 se estaba alejando a una velocidad de 47 000 km/s.Un tema de debate durante los años 1960 fue si los cuásares eran objetos cercanos o lejanos como implicaba su corrimiento al rojo.Sin embargo, se creía que una estrella de suficiente masa para formar tal muro, sería inestable.[10] Hubo también preocupaciones serias respecto a la idea cosmológica de los cuásares lejanos.Esta objeción se eliminó con la propuesta del mecanismo del disco de acrecimiento en los años setenta, y en la actualidad la distancia cosmológica de los cuásares es aceptada por el consenso científico.
Video mostrando una representación artística del cuásar
3C279
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