Fue el segundo de cinco hijos que sobrevivieron hasta la edad adulta; los otros fueron William, Edward, Robert Bulkeley y Charles.Cuando su hermano William partió a Gotinga para hacer estudios de teología, Emerson asumió la dirección de la escuela, lo que aseguró su manutención largos años y le dejó tiempo suficiente para estudiar teología en la Harvard Divinity School y convertirse asimismo en pastor unitario en 1829.Fue en primer lugar a Charleston, sur de Carolina, pero encontró que el clima era todavía muy frío.Escribió: «Una oreja por ese entonces escuchaba las lindas noticias de la buena nueva, mientras que la otra era agasajada con “Vamos, señores, vamos!”».Estando en Roma, se encontró con John Stuart Mill, quien le dio una carta de recomendación para conocer a Thomas Carlyle.Mudándose al norte hacia Inglaterra, conoció a William Wordsworth, Samuel Taylor Coleridge y Thomas Carlyle.Carlyle en particular ejerció una gran influencia sobre Emerson, quien sería más tarde —aunque de manera no oficial— su agente literario en los Estados Unidos.Regresó a los Estados Unidos el 9 de octubre de 1833, y se mudó con su madre a Newton, Massachusetts, para vivir con su abuelo el doctor Ezra Ripley en una casa que sería llamada más tarde The Old Manse.Este fue el comienzo de su Club Trascendental, que sirvió como centro del movimiento.Daría finalmente hasta 80 clases magistrales por año, viajando por el norte de los Estados Unidos.El 31 de agosto de 1837 pronunció un discurso, ahora famoso, en la sociedad Phi Beta Kappa, The American Scholar (El estudiante americano), luego conocido como An Oration, Delivered before the Phi Beta Kappa Society at Cambridge.Los amigos lo incitaron a publicar la charla, y así lo hizo, por su propia cuenta, en una edición de 500 copias que se agotaron en un mes.James Russel Lowell, estudiante de Harvard en esa época, lo llamó «un evento sin paralelo en nuestros anales literarios».Otro miembro de la audiencia, el reverendo John Pierce, lo llamó «un discurso en apariencia incoherente e ininteligible».Emerson descreyó de los milagros bíblicos y proclamó que aunque Jesús fue un gran hombre, no fue Dios: la cristiandad histórica, dijo, convirtió a Jesús en un «semidiós, como los Orientales o los Griegos describieron a Osiris o Apolo».Este libro y su buena recepción fue el que mayor contribuyó a la fama internacional de Emerson.Después participó con otros intelectuales en la fundación de la revista The Dial, cuyo primer número salió en 1840 para ayudar a la propagación del Trascendentalismo, y que se editaría ininterrumpidamente hasta 1844.Otras obras son Cartas y objetivos sociales (1876) e Historia natural del intelecto (1893).Emerson diría más tarde sentirse «triste de corazón» por no encajar personalmente en el proyecto.A pesar de eso, sintió que Fruitlands no se convertiría en un proyecto exitoso.«Ninguno de nosotros estaba preparado para llevar a la práctica la vida ideal que soñábamos.En algunos años, no ganó más que 900 por unas seis conferencias, y por una serie de charlas en Boston cobró 1600 dólares.Emerson tomó como ofensivo que su carta se haya hecho pública y más tarde fue crítico con el trabajo de Whitman.En este libro, Emerson «debate con los temas más difíciles del momento» y «su experiencia en las filas de los abolicionistas fueron argumentos notables para sus conclusiones».Hacia el final de la década por momentos olvidaba su nombre y cuando alguien le preguntaba cómo se sentía, respondía: «bastante bien; perdí mis facultades mentales, pero estoy perfecto».El regreso de Emerson a la ciudad fue celebrado como un gran acontecimiento e incluso la escuela fue suspendida ese día.Fue depositado en su ataúd llevando un manto blanco regalado por el escultor americano Daniel Chester French.Los críticos creyeron que estaba corriendo la figura central del centro Dios; como dijo Henry Ware Jr.[1] Emerson no se convirtió en un fervoroso abolicionista hasta 1844, año en el que sus anotaciones demuestran un interés creciente por la esclavitud —que había comenzado en su juventud—, incluso soñando con ayudar para la liberación de los esclavos.A pesar de ser más reconocido como ensayista, Emerson también escribió y tradujo poemas.
Primera página de la carta a Walt Whitman. «
I am not blind to the worth of the wonderful gift of
Leaves of Grass
. I find it the most extraordinary piece of wit and wisdom that America has yet contributed
».