Tras 1918 y el final de la Primera Guerra Mundial, Hearst empezó a adoptar gradualmente posturas más conservadoras y a promover una política exterior aislacionista para evitar involucrarse más en lo que consideraba asuntos europeos corruptos.[2] Tras el ascenso de Hitler al poder, Hearst se convirtió en partidario del Partido Nazi, ordenando a sus periodistas que publicaran una cobertura favorable de la Alemania nazi y permitiendo que destacados nazis publicaran artículos en sus periódicos.No obstante, la película conseguiría ganar un Óscar y a la larga sería considerada como una de las más extraordinarias obras del séptimo arte.Cuando en un movimiento contrario a los anteriores Dirks se trasladó del Journal al New York World en 1913, Hearst logró que su periódico conservase el derecho sobre el título de The Katzenjammer Kids tras dictamen del Tribunal Federal, eligiendo a H. H. Knerr como continuador de la serie.Para este empresario Otra de las situaciones por las que alcanzó la fama fue por su afición desmedida por poseer cuantos más objetos posibles, llegando sus riquezas a ser portentosas.Otras obras que le pertenecieron han regresado a Europa; así, la escultura La Madonna Czernazai pasó al Museo Lázaro Galdiano de Madrid y la llamada Armadura Avant (la armadura completa más antigua del mundo, de 1440) se conserva en Glasgow, en el Museo Kelvingrove.Hearst colaboró con Harry Jacob Anslinger para prohibir el cáñamo debido a la amenaza que representaba la floreciente industria del papel de cáñamo para su importante inversión y participación de mercado en la industria papelera.Debido a sus esfuerzos, el cultivo de cáñamo seguiría siendo ilegal en los Estados Unidos durante casi un siglo y no se legalizaría hasta 2018.Esta información avivó la indignación contra España entre los lectores del periódico en Nueva York.La cruzada del Journal contra el dominio español en Cuba no se debió a un mero patrioterismo, aunque "los ideales democráticos y el humanitarismo que inspiraron su cobertura se han perdido en gran parte para la historia", al igual que sus "heroicos esfuerzos por encontrar la verdad en la isla en circunstancias inusualmente difíciles".La historia más conocida fue la del encarcelamiento y fuga de la prisionera cubana Evangelina Cisneros.[11][15].Las élites neoyorquinas leían otros periódicos, como el Times y el Sun, mucho más moderados.Dos de los corresponsales del Journal, James Creelman y Edward Marshall, resultaron heridos en los combates.[19] Tanto hervidero alrededor de este hombre cuyo control parecía desbordarse tenía que estallar, y Orson Welles, un joven y prometedor cineasta, tuvo la idea de hacer una película sobre este personaje basado en su mal connotado perfil y opinión pública (en principio, la idea era de hacerlo sobre Howard Hughes, pero Hearst superaba con creces a Hughes), escribiendo entonces el guion en colaboración con Herman J. Mankiewicz.La película se llamó Ciudadano Kane y Hearst, sabiendo que era acerca de su persona, hizo todo el esfuerzo posible por impedir que se estrenara, pero la Gran Depresión afectó seriamente sus negocios y eso mermó en gran medida su portentoso poder.El telefilme RKO 281 describe toda la difícil evolución de la película y cómo esta consiguió salir adelante.