Su fundación se realizó bajo patrocinio regio con el objeto de compensar el creciente poder del bando de Hernán Cortés en el centro y sur de Mesoamérica.
Tuvo una extensión territorial que varió enormemente durante sus tres siglos de existencia, aunque su conformación más estable comprendió los actuales estados mexicanos de Jalisco, Nayarit, Aguascalientes y Zacatecas.
[1] Sin embargo, su capital fue la sede de Real Audiencia de Guadalajara, cuya jurisdicción alcanzó los actuales territorios estadounidenses de Texas, Nuevo México y California, así como los mexicanos de Tamaulipas, Nuevo León, Sinaloa, Coahuila, Sonora, Chihuahua, Baja California y Baja California Sur.
En cuanto a la jurisdicción eclesiástica, todos los territorios anteriormente mencionados fueron dependientes del obispado de Guadalajara.
Esa expedición trajo como resultado el descubrimiento para España de las tierras del oeste de Estados Unidos.