El nombre se atribuye al héroe mítico Lacón o Lacedemón, pero algunos autores sostienen que la raíz lac deriva del griego λάκκος (lago o laguna) y le fue dado originalmente a la región central por estar profundamente hundida entre montañas.[5] El Taigeto se extiende hasta el cabo Matapán o Ténaro, famoso por sus tormentas y difícil de doblar.[5] El Parnón deja escaso terreno cultivable entre sus faldas y la costa del Egeo que limita la región por oriente.[5] Otros ríos de la región son el Tiasa (Τίασα, moderno Pandeleímona), el Felia (Φέλλια), el Esmeno (Smenos), y el Escyras.La llanura del Eurotas se divide en dos zonas: la septentrional y la meridional, que incluye su desembocadura.[5] La capital de Laconia, Esparta, tenía como puerto la ciudad de Gitión, en cuya ensenada se encuentra la isla mitológica en la que París sedujo a Helena para llevarla a Troya.A mitad del siglo VIII a. C., los dorios de Esparta ya dominaban toda Laconia central; la parte oriental era dominio de Argos que poseían hasta el Cabo Malea y la isla Citera; esta parte fue conquistada por los espartanos en una época no conocida, pero seguramente entre la mitad del siglo VIII a. C. y la primera guerra mesenia (743 a. C. a 724 a. C.) La expansión subsiguiente fue hacia la parte oriental, hacia Mesenia, donde los dorios que allí gobernaban poseían tierras fértiles.Los primeros (espartiatas) eran la clase dirigente; los segundos eran hombres libres que no participaban en el gobierno; y los terceros eran esclavos sin derechos.Unos años después el rey Filipo II de Macedonia transfirió algunos distritos a Argos, Arcadia y Mesenia, y en concreto a esta última los distritos al norte del río Pefnos, que no se sabe si los mesenios pudieron conservar por mucho tiempo.A finales del siglo IV el país fue devastado por los godos bajo la dirección de Alarico (395) que ocupó Esparta, pero en 396 fue expulsado por Estilicón.A partir del siglo VI se establecieron en la región grupos de eslavos que en el siglo VII dominaban prácticamente Laconia, que jurídicamente permanecía en manos del Imperio bizantino.