Joseph Fouché

Robespierre logró alejarlo del poder, pero Fouché vuelve a conspirar una vez más y logra hacerse con la presidencia del Club de los Jacobinos, cargo que pierde por cuenta de Robespierre.

Esto le vale ser amnistiado y empleado como agente diplomático del gobierno.

Entre sus iniciativas destaca la implantación de una oficina de censura de prensa (el «Gabinete Negro»), pretendidamente poco eficaz, si bien en realidad era manejada por Fouché, permitiendo o prohibiendo determinadas publicaciones a su conveniencia, causar alarma según le conviniera al gobierno de Napoleón: si su situación política se deterioraba, sabía hacerse valioso dejando que se publicaran panfletos legitimistas, lo que causaba gran alarma entre el resto del gobierno y de partidarios bonapartistas —entonces, intervenía Fouché destapando la trama, y volvía a ganarse la confianza del primer cónsul.

En cualquier caso, los servicios de Fouché eran valiosos, y se mantuvo en el cargo hasta 1802.

Cuando en 1808 Napoleón decide violar el derecho internacional e invadir España, su situación política vuelve a deteriorarse: muchos de sus ministros y consejeros se oponían a la maniobra, al considerarla peligrosa e ilegal, y al temerse conspiraciones; Fouché se demuestra valioso, destapando algunas de ellas.

En diciembre de 1808, estando Napoleón en Valladolid, recibe la inquietante noticia de que sus más hábiles ministros, Talleyrand y Fouché, que hasta entonces se habían comportado como enemigos políticos, han sido vistos en público en los términos más cordiales.

Napoleón se encuentra en Austria junto con todo su ejército, y la posición defensiva de Francia es precaria.

Traslada la noticia al gobierno, que, temiendo contrariar a Napoleón, pues cualquier acción contra la invasión supondría levantar levas de hombres, decide informar al Emperador pero no hacer nada más hasta obtener instrucciones.

Sabiendo que la situación apremia, Fouché ignora esta decisión, y organiza la defensa de Francia por su cuenta.

No obstante, Fouché perderá pronto el favor imperial: arguyendo un supuesto desembarco inglés en la Costa Azul, movilizará tropas en esa zona, por lo que será reprendido y reprimido por Napoleón.

Se entablaron relaciones diplomáticas secretas para sondear al gobierno inglés, pero pronto Napoleón decidió no continuar con ellas.

Viendo que los Borbones están perdidos, Fouché sugiere a Luis XVIII que huya a Gante, mientras él se quedará en París para hacerse cargo de la situación y conspirar contra Napoleón.

Sin embargo, Fouché se ha hecho fuerte, y la oposición al régimen napoleónico es grande.

Cuando Napoleón llega derrotado a París, solicita reclutar más tropas, pero el parlamento se lo niega.

Su situación es tremendamente débil, y Fouché conspira contra él para que sea depuesto.

Finalmente, se alcanza un compromiso, y Napoleón abdica en su hijo, que el parlamento depone.

Con la entrada de las tropas aliadas en París, hace entrega del gobierno a los Borbones.

Durante un tiempo residió en Linz y posteriormente se trasladó a Trieste (hoy italiana), donde falleció en 1820.

Charles Maurice de Talleyrand fue un destacado diplomático francés, aparentemente similar a Fouché; sin embargo, no podían ser más diferentes uno del otro.

Retrato de un hombre político de Stefan Zweig; en ella se explica que Fouché fue un poder en la sombra, que sobrevivió a las figuras más poderosas de Francia como Robespierre o el propio Napoleón Bonaparte, ya que, como cuenta Zweig en este libro, ambos desearon su muerte pero por distintas circunstancias no pudieron acabar con él.

Fouché en traje de gala como director de la policía. Pintura de Marie Claude Dubufe .