Aunque la infantería de Guardia raramente era usada en combate, la caballería era lanzada frecuentemente en la batalla en gloriosas y renombradas cargas.
En el año 1804, el entonces emperador francés Napoleón Bonaparte (Napoleón I) decidió crear una guardia que luciera en actos públicos y privados y a la vez como seguridad personal.
La Guardia además mostraba el poderío militar que tenía Francia.
La Guardia Imperial se componía de tres secciones: Se agrupaban en batallones y todos estaban regidos por viejos guardias, que habían ascendido desde cero.
Los requisitos para formar parte de la Guardia eran: La Guardia Imperial era cosmopolita, ya que además de franceses, había en ella polacos, belgas, neerlandeses, tártaros y mamelucos.