José Gil de Castro

En cuanto a su formación artística, se han tejido muchas versiones: que fue un pintor solitario o que perteneció a la Academia de dibujo y pintura (Catedral de San Fernando), fundada por el virrey Abascal en 1808 y cuya dirección fue encomendada al pintor quiteño Francisco Javier Cortés, o que quizá, al haber vivido en Trujillo, fue discípulo de algún pintor de renombre como José del Pozo o Julián Jayo, datos que no se han podido confirmar.

Ausente del Perú desde 1805, residió en Chile, de donde pasó a Argentina en 1811.

Respecto a su permanencia en Chile, en un obra de Luis Álvarez Urquieta, el escritor y periodista chileno Manuel Blanco Cuartín sostuvo lo siguiente:

Desde joven, se formó en las artes plásticas, recibiendo influencia de diversos maestros limeños como Cristóbal Lozano y Pedro Díaz.

[7]​ En su novela Cosa Mentale (1996), el escritor chileno Antonio Gil Íñiguez recrea, en forma fragmentaria y fantasmal, la existencia de este pintor.

Vivió en la capital chilena, al oeste del cerro Santa Lucía en el actual barrio Lastarria.

Presentación de la muestra de Gil de Castro encabezada por Natalia Majluf en el MALI .
El excanciller Gonzalo Gutiérrez junto con los embajadores de Chile y Argentina en la presentación de la muestra.