[14] Si bien tuvo un desarrollo prolongado y dificultades operativas iniciales, el F-22 se ha convertido en un componente crítico del poder aéreo táctico de la USAF.
Se consideró que la complejidad y el coste adicional del motor turbofán Pratt & Whitney F119 con empuje vectorial valía la pena porque permite un menor radio de giro, una valiosa capacidad en los combates cerrados (dogfights).
Además, el YF-22 logró pasar más rápidamente las distintas fases de la evaluación, creando mayor confianza.
Northrop Grumman Corporation arrastraba en este campo una mala relación con la USAF por el sobrecoste del programa del bombardero B-2 que no le ayudó en este concurso, en un momento de presupuestos menguantes.
Sin embargo, la USAF reconoció que el YF-23A Black Widow II era también un gran candidato.
«Son demasiado costosos e inadecuados para las prioridades militares de los Estados Unidos, por menos dinero se pueden construir aviones más nuevos y versátiles como el Lockheed Martin F-35 Lightning II», comentó Gates.
El F-22 Raptor se mantuvo en producción hasta completar la flota de 187 aviones.
Este último renglón, calificado como un «costo irrecuperable», ya había sido asumido y es independiente de futuras adquisiciones.
[22] Este coste unitario disminuiría si el número de aeronaves producidas fuera mayor.
[28] En la actualidad no existe ninguna posibilidad de exportación para el F-22 porque su venta a otros países está impedida por la Ley Federal estadounidense.
[29] La mayoría de los actuales clientes de cazas estadounidenses están adquiriendo diseños anteriores como los F-15E, F-16 y F-18, o bien están a la espera de adquirir el nuevo F-35, que contiene tecnología procedente del F-22, pero que está diseñado para ser más barato, más flexible y disponible para la exportación desde el principio.
La capacidad de la estructura para soportar la tensión y la temperatura es un factor clave, especialmente en un avión que usa tantos polímeros como es el F-22.
[41] El F-22 fue diseñado para ser altamente maniobrable, tanto a velocidades supersónicas como subsónicas.
Para minimizar el eco de señales radar se diseñó su fuselaje con formas angulosas y planas.
Una ley federal estadounidense prohibió su exportación debido al secreto de sus componentes.
Aunque su sección radar equivalente es casi inexistente, esta no es más que una medición estática de la zona frontal o lateral del avión y solo es válida para una fuente de radar que se encuentre en una ubicación estacionaria con respecto al avión.
Cuando se aproxima un objetivo, el receptor puede indicar al radar AN/APG-77 que rastree el objetivo mediante un haz estrecho, que puede ser enfocado por debajo de 2° en 2° en acimut y elevación.
El radar también puede enfocar sus emisiones para sobrecargar sensores enemigos, proporcionándole a la aeronave cierta capacidad de ataque electrónico.
[44] El F-22 ya puede enviar información a otros F-22, lo que provoca una reducción considerable de conversaciones por radio.
[64] Esas armas aire-superficie son bombas inteligentes provistas del sistema de guiado Joint Direct Attack Munition (JDAM) y las nuevas Small-Diameter Bomb (SDB) respectivamente, pero el Raptor no puede designar por sí mismo los objetivos de los artefactos guiados por láser, ya que carece del designador furtivo del F-35.
[66] Por otra parte, el caza lleva incorporado en su interior un cañón automático rotativo M61A2 Vulcan de 20 mm, con la tronera situada en el encastre alar derecho y cubierta por una trampilla mientras no se usa para mantener la baja detectabilidad del avión.
Sin embargo, el uso de cargas externas compromete la capacidad furtiva del F-22, y tiene un efecto perjudicial en la maniobrabilidad, velocidad y alcance (si no se porta combustible externo) del aparato.
[71] Dicho contenedor tendría una forma de baja detectabilidad ante el radar y portaría las armas en su interior, y por consiguiente tendría que abrirse para lanzar un misil o liberar una bomba.
Este sistema permitiría que el F-22 portara su carga máxima mientras permanece furtivo con pérdida de maniobrabilidad.
Este nombre persistió hasta mediados de los años 90, cuando fue llamado oficialmente Raptor.
La nueva designación imita a la del F/A-18 Hornet, intentando realzar la capacidad de ataque del Raptor a objetivos terrestres, con la intención de acallar las voces que criticaban el alto coste que suponía mantener la superioridad aérea.
[82] El objeto fue derribado usando un AIM-9X Sidewinder, marcando la segunda baja aire-aire del caza.
[85] En abril de 1992, el segundo YF-22 se estrelló al aterrizar en la Base Aérea Edwards, California.
La viuda del piloto entabló una demanda, alegando que el avión poseía equipos defectuosos.
Referencia datos: USAF,[1] F-22 Raptor Team web site,[110] Lockheed Martin,[111] Aviation Week,[44] y Journal of Electronic Defense[54]