Y, además, es una de las pocas aeronaves militares que continúa en producción después de 50 años, actualmente se está fabricando la versión actualizada Lockheed Martin C-130J Super Hercules.En el verano de 1955 hizo su aparición el prototipo Lockheed YC-130, y se tuvo inmediatamente la certeza de estar en presencia del transporte militar ideal que tanto se había buscado.Pero en aquella época nadie podía todavía vislumbrar la brillante carrera de este avión polivalente, ni se imaginaba que en los años 2000 el C-130 seguiría en activo.Al empezar a construirlos, fue modificado el fuselaje y la cola, se dio a la parte posterior una forma más cuadrada, se colocó el radar APS-59, que dio un cambio de imagen al avión, se montaron soportes para el sistema JATO/RATO (despegue asistido por reactores) y motores T56-9 de mayor empuje.Sin embargo, su versátil estructura ha servido para gran variedad de funciones adicionales, incluyendo apoyo aéreo cercano, asalto aéreo, búsqueda y rescate, soporte a la investigación científica, reconocimiento meteorológico, reabastecimiento en vuelo, patrulla marítima y lucha contra incendios.En otro tipo de misiones puede llevar por ejemplo 5 vehículos Humvee o incluso 2 helicópteros AH-1 Cobra semi-desmontados.Dellepiane pudo enganchar la lanza de abastecimiento con el último aliento y llegó a destino perdiendo parcialmente el combustible que le reponía la «Chancha».Durante el conflicto de Malvinas, hubo un C-130 modificado por la Fuerza Aérea Argentina que fue homologado como bombardero.El L-100-30 TC-100 fue incorporado por la FAA y asignado al Escuadrón I del G1TA en diciembre de 1982.[9] En 2016, el TC-69 fue sometido al Programa Integral de Modernización en Texas, Estados Unidos, y fue entregado a la FAA en abril del mismo año;[10] instancia de la que también participaron técnicos de la empresa aeronáutica estatal FAdeA y en la que adquirieron los conocimientos y la experiencia requerida para replicar el programa en Argentina.Sus alas fueron vendidas a Pakistán y terminó siendo desmantelado en la ciudad de Tandil en 2005.[12] En 1968 se compraron tres C-130B de segunda mano a la Real Fuerza Aérea Canadiense.Durante los años del conflicto armado se emplearon frecuentemente para el despliegue de tropas.En 2004, Estados Unidos aprobó la venta de hasta cuatro C-130E, pero Colombia no se interesó en la oferta.En el Ejército del Aire se le dio al avión la denominación de T.10.Las últimas ofensivas no hubieran sido posibles sin los C-130 aterrizando en el aeródromo de Mavinga por la noche, transportando obuses G5 y su munición.Las aguas estaban revueltas, afectando el cabeceo de la cubierta, y el piloto James H. Flatley III se enfrentó a vientos de 40 nudos mientras se acercaba al portaaviones, logrando su objetivo sin utilizar los ganchos habituales en estas operaciones.Flatney nunca antes había volado un cuatrimotor, pero ejecutó con éxito 29 aterrizajes con paradas y salidas en el portaaviones, demostrando que los C-130 de Lockheed eran completamente capaces de realizar estas tareas.Varios C-130A y C-130B del 6th Squadron sirvieron como bombarderos improvisados para suplir la falta de recursos de la Fuerza Aérea, y se emplearon en unas 21 misiones para atacar objetivos en India.Dos días después, el avión voló sobre el buque RFA Fort Grange, pero la niebla espesa impidió localizarlo.