Los ferrocarriles en los años 1920 comenzaron su pugna con los automóviles y los autobuses en el transporte de viajeros, que utilizaban una red creciente de carreteras pavimentadas a menudo construidas con fondos gubernamentales.Una baja capital fue el servicio para pasajeros en las líneas de cercanías, que iban perdiendo importancia mientras el kilometraje total empezaba a experimentar una disminución larga y firme.Aunque el transporte de pasajeros ferroviario siguió disminuyendo durante la Gran depresión, aparecieron nuevas locomotoras más aerodinámicas y rápidas que funcionaban con gasoil, como la brillante Pioneer Zephyr de 1934.Inspirado por el liderazgo técnico de los Estados Unidos en el diseño de trenes para pasajeros, compañías ferroviarias en Europa y Japón lanzaban nuevos servicios, aerodinámicos y muy rápidos, que tomaban como modelo las innovaciones estadounidenses.En 1970, con pocas excepciones, el nivel del servicio ferrocarril de pasajeros se había derrumbado, quedando en un estado que solamente podría ser descrito como trágico: el deterioro de los equipos, las estaciones casi abandonadas en los centros urbanos se habían vuelto peligrosas, y la programación parecía que intentaba perder los pocos consumidores que quedaban.Hasta los ferrocarriles privados más eficientes (Norfolk y Western Railway, por ejemplo) no podían hacer ingresos ni cubrir los costos operativos.Pero también los buses interurbanos se vieron afectados por la eficiencia en el sistema federal de autopistas, con lo que más y más estadounidenses escogieron la flexibilidad, conveniencia y privacidad del transporte por automóvil sobre el transporte público ya fuera en tren o bus.Esto se convertiría en la práctica en un suicidio político al dejar en la estacada a miles de pasajeros.Debido al senador Mike Mansfield de Montana se implantó una segunda ruta hacia el pacífico noroeste denominada North Coast Hiawatha.Las seis empresas restantes que no se unieron al proyecto fueron la Rock Island Line, South Shore Line, Rio Grande, Georgia Railroad, Reading Company y la Southern Railway, las cuales continuaron funcionando con sus propios trenes.Las presiones políticas se extienden incluso hasta la estructura de las rutas en las que opera Amtrak.Como cualquier otra actividad apoyada por los fondos federales depende de los diferentes estados y distritos para poder ser gestionada.Él fue reclutado y fuertemente apoyado por John H. Riley, un abogado el cual era director, altamente cualificado, de la Administración Federal del Ferrocarril (FRA) bajo la administración de Reagan entre 1983-1989.Durante el mandato de Down en Amtrak este comenzó a indicar que se podría alcanzar la autosuficiencia en el funcionamiento del ferrocarril, y sus líderes parecían ser cada vez más engañados en cuanto a las perspectivas de alcanzar esa meta cuando eran presionados por Congreso y los medios de comunicación.Cuándo accedió al cargo en enero de 1998 la autosuficiencia de la compañía todavía no estaba oficialmente conseguida, aunque el tema llegaba a ser evasivo en los ojos del Congreso.Los pasajeros se convirtieron en invitados y se dio prioridad a las cargas, auténtico generador de dinero para la compañía y las expansiones fueron dedicadas a hacer más rápido el transporte de carga.Gunn vino con una reputación de un fuerte, directo y experimentado jefe de operaciones, pero su estilo abrupto y tajante lo puso a veces en conflicto con otros miembros del consejo.Gunn era cortés y educado pero en cambio era directo en sus respuestas a las críticas del Congreso.Estos gastos son los subsidios indirectos a diferencia de Amtrak que veía un descenso de las asignaciones del presupuesto del Congreso año a año.La necesidad de traer un cambio fundamental a Amtrak es mayor y más urgente que en cualquier otro momento».Un estancamiento en la subvención federal de Amtrak condujo a reducciones tanto en servicios y rutas como en un cierto retraso del mantenimiento.La comida sería preparada fuera del tren y recalentada en microondas con platos de plástico.Varios estados han entrado en sociedades de funcionamiento con Amtrak, así California, Pensilvania, Illinois, Míchigan, Oregón, Washington, Carolina del Norte, Oklahoma, Wisconsin y Vermont así como la provincia canadiense de la Columbia Británica en la que funciona la línea del Amtrak denominada Cascades.[8] Los únicos estados que no tienen servicio por Amtrak son Hawái (el cual se encuentra en una isla en medio del Pacífico), Alaska (cuyo servicio de ferrocarril es operado por Alaska Railroad) y Dakota del Sur.Estas ciudades son: Otras ciudades no tienen servicio directo debido al inconveniente de las barreras hidrográficas, son por ejemplo: Norfolk (Puesto 31) y Virginia Beach en el área de Hampton Roads.San Francisco tiene el obstáculo de la bahía en dónde los trenes paran en Oakland y Emeryville y San Petersburgo, Florida en dónde paran los trenes que no puede atravesar la bahía de Tampa.La última ruta que conectaba Chicago con Florida con los trenes tales como City of Miami, Dixie Flagler y el South Wind fueron interrumpidos cuando Floridian cesó sus operaciones en octubre de 1979.La ruta Pacific Surfliner de Amtrak (oficialmente San Diegan) ha sido creado en su mayoría por Caltrans y no por el gobierno federal.Las conexiones intermodales entre los trenes de Amtrak y otros transportes están disponibles en muchas estaciones.Amtrak además es dueña de la estación y talleres de mantenimiento en Chicago; Hialeah (cerca de Miami, Florida), Los Ángeles, Nueva Orleans, Nueva York; Oakland (Kirkham Street Yard); Orlando; Portland; Saint Paul (Minnesota), Seattle y Washington D. C.. Amtrak tiene las estaciones de Chicago Union Station Company (Chicago Union Station) y la Penn Station (New York Penn Station).