También se le conoce en ruso como Iván Fiódorovich Kruzenshtern (Иван Федорович Крузенштерн) y en francés como Johannn Adam de Krusenstern o Adam Ivan, chevalier (o baron) de Krusenstern.
Esta memoria, olvidada por los ministros del zar Pablo I de Rusia (1754-1801) fue bien recibida por Alejandro I de Rusia (1777-1825), con el apoyo del almirante Mordvínov y el canciller, conde Romanzov.
[3][4] Durante el transcurso de la expedición, es decir, tres años y doce días, Krusenstern no había perdido un solo hombre, debido tanto a un trato paternal con sus marineros como a una capacidad marítima más que eminente.
Krusenstern contribuyó en gran medida a extender la geografía náutica y física de esas regiones, en su época prácticamente desconocidas.
Publicó el relato de su viaje en alemán titulado Reise um die Welt in den Jahren 1803, 1804, 1805 und 1806 auf Befehl Seiner Kaiserl.
Publicó además en ruso el primer tratado sobre la expedición española de Alessandro Malaspina.
Por último, publicó numerosos opúsculos y artículos en varias colecciones en Alemania, citados en Conversations lexicon (t. 9, 10e édit.).
En su memoria se bautizó el buque escuela ruso «Krusenshtern», actualmente el velero más grande del mundo.