Los restos arqueológicos datan los primeros establecimientos humanos alrededor del año 150 a. C. Entre los siglos XII y XIII se edificaron numerosas construcciones de piedra: templos (me'ae), plataformas como base para las cabañas (pa'epa'e), y estatuas antropomorfas (tiki) relacionadas con los moai de la isla de Pascua.
Tradicionalmente los hombres se tatuaban completamente el cuerpo, incluida la cara, dando un aspecto todavía más feroz.
A partir de estos supuestos orígenes, la población aumentó hasta un tamaño insostenible; las primeras estimaciones europeas varían entre 50.000 y 100.000 personas.
El fruto del pan era el alimento básico, pero el taro, el plátano y la mandioca también desempeñaban un papel importante.
Las historias de canibalismo recibieron una amplia publicidad en 2011, cuando los restos quemados de un visitante alemán encontrados en Nuku Hiva llevaron a especular que la víctima podría haber sido parcialmente devorada.
[7] Sin embargo, cuando el asesino fue finalmente detenido, juzgado y condenado, la fiscalía no presentó ninguna prueba de que hubiera canibalismo.
Los franceses reclamaron el descubrimiento cuando llegó Etienne Marchand en julio del mismo año, y la llamaron Baux, nombre del armador de la primera expedición comercial francesa en el Pacífico.
Los ingleses acreditaron el descubrimiento a Richard Hergest que el año siguiente lo bautizó como Henry Martin.
Esto los enemistó y, para poner paz, Krusentern retorná al francés a Europa donde acabó exhibiendo sus tatuajes en los circos.
Con la ayuda del inglés Wilson, que se había establecido en la isla, construyó el Fuerte Madison, nombre que también dio a la isla honrando al presidente estadounidense James Madison.
Anteriormente Peters ya se había escapado de la justicia española e inglesa.
En 1843, cuando las Islas Marquesas fueron anexionadas por Francia, Charles de Thierry intentó hacer valer sus derechos y pidió una indemnización sin éxito.
Un barco procedente de Perú capturó a los habitantes de 'Ua Pou y se los llevó como esclavos, pero como la Iglesia Católica había convertido las islas al cristianismo para entonces, hubo una protesta y los cautivos que aún estaban vivos fueron devueltos.
Parecía que no había forma de que los marquesanos sobrevivieran, pero dos médicos franceses recorrieron las islas administrando vacunas y atención médica y detuvieron el elevado número de muertes.
Sin embargo, la lepra seguía siendo un problema hace tan sólo 20 años y la elefantiasis casi ha desaparecido.
La población quedó drásticamente reducida debido a las enfermedades importadas, como la viruela, el consumo de opio introducido por los chinos, y el alcohol.
Muchos lugareños siguen creyendo que este accidente no se investigó adecuadamente.
La parte central de la isla es una planicie elevada llamada Tōvi‘i.
En cambio, la parte norte y oeste son más secas, hasta el punto que el extremo noroeste se denomina «el desierto».
La isla está dividida en tres comunas asociadas: Taiohae, Taipivai y Hatiheu.
Entre los insectos se encuentran mosquitos, moscas, ciempiés, abejas, escorpiones no venenosos y los famosos «nonos» de picada desagradable.
El lado opuesto es mucho más seco y no llega a los 700 mm.
Los contactos con los europeos pueden haber traído infecciones del Nuevo Mundo, como las enfermedades venéreas y la gripe, causando una alta mortalidad.
Tres semanas después, tras regresar a la costa, Melville se unió al ballenero australiano Lucy Ann, que partía hacia Tahití.
"Una jovencísima "kanaque" que, por amor a un oficial francés, ha pisado un lugar tabú, debe beber un veneno mortal.
Esta hipótesis es apoyada por la travesía que hizo el explorador noruego Thor Heyerdahl, denominada Kon-tiki en honor al dios de los incas, Wiracocha, el creador del universo, pues Kon-tiki es una advocación del mismo.