Marian Anderson

Fue una contralto muy admirada por Arturo Toscanini, quien proclamó que «una voz así se oye una en un siglo».

Según la soprano y maestra Betty Allen "es la madre espiritual de todos los cantantes líricos negros".

[2]​ De acuerdo a la historiadora Rosalyn Story: "Siempre en paz consigo misma, era el calmo ojo del huracán que provocaba.

Fregó escaleras por unos pocos centavos y cuando ahorró tres dólares pudo comprase un violín.

También estuvo en España: al concierto que dio en Madrid, el 29 de abril de 1936, asistió Federico García Lorca (acompañado del diplomático chileno Carlos Morla Lynch, que es quien cuenta el suceso).

UU. en 1939, la organización conservadora Hijas de la Revolución Americana (Daughters of the American Revolution) le impidió dar un recital en el Constitution Hall de Washington reservado sólo a artistas blancos.

[17]​ La cantante retornó al mismo sitio en 1961 para inaugurar la presidencia de John Kennedy.

Ya había cantado para la inauguración del presidente Dwight D. Eisenhower y lo volvería a hacer para Lyndon Johnson.

Cuatro años más tarde, fue la primera persona en ser honrada con el Premio Eleanor Roosevelt de Derechos Humanos.

Establecido en 1944 por ella misma quien donó el premio que le otorgó su ciudad natal en 1943, para promover jóvenes cantantes.

El intento sucumbió al poco tiempo pero en 1990 fue restablecido, desde 1998 se otorga a artistas y humanitarios.

Marian Anderson en 1920.
En 1940 retratada por el fotógrafo Carl van Vechten .
Marian Anderson, en 1943.
Retrato de Marian Anderson obra de Betsy Graves Reyneau.
El concierto del Lincoln Memorial.