símbolo monetario: ¥, ISO: JPY) es la unidad monetaria utilizada en Japón[2] y la tercera moneda más valorada en el mercado de divisas después del dólar estadounidense y el euro.
[3] También es usada como moneda de reserva junto al dólar, el euro y la libra esterlina.
Como es común en la numeración japonesa, las cantidades grandes del yen se cuentan en múltiplos de 10 000 (man, 万).
Más tarde, los chinos reemplazaron el carácter 圓 por 元[11][12] que tiene la misma pronunciación en mandarín (pero no en japonés).
Los japoneses prefirieron la grafía 圓 (reemplazada por el carácter simplificado 円 después de la Segunda Guerra Mundial).
Más tarde, la romanización Hepburn también reproducía “e” como “ye” en su conocida obra A Japanese and English Dictionary (primera edición, 1867), de referencia en Occidente, por lo que los extranjeros mantuvieron la grafía “yen”.
En la tercera edición del diccionario, de 1886, Hepburn transformó las “ye” en “e” para reflejar la pronunciación moderna salvo en “yen”, y es por ello que dicha grafía es la que se mantiene.
En la segunda mitad del siglo XIX se realizaron monedas en esas zonas a semejanza de los pesos mexicanos; la primera de ellas fue el dólar hongkonés, acuñado en Hong Kong entre 1866 y 1868.
Así, hasta 1873, todos los dólares valían más o menos lo mismo en el mercado de valores.
[17] El yen perdió la mayor parte de su valor en la Segunda Guerra Mundial.
La creencia de que el yen y otras divisas estaban infravaloradas motivó las acciones llevadas a cabo por Estados Unidos en 1971.
Sin embargo, ello influyó en forma negativa en lo referente a la oferta y demanda, anulándose estas tasas en 1973 y pasando a ser las divisas de cambio flotante.
En los años 70, el gobierno japonés y los hombres de negocios estaban concienciados de que una subida del valor del yen dañaría el crecimiento de las exportaciones, ya que haría los productos japoneses menos competitivos y ello dañaría la industria.
Una gran diferencia en los tipos de interés, con los mismos más altos en EE. UU.
Todo esto provocó que aumentase la demanda de yenes japoneses, ya que los inversores nipones cambiaron los yenes por otras divisas a la hora de invertir en el extranjero.
Todo ello provocó que el yen se debilitara frente al dólar y causó la aparición de un gran superávit comercial en los años 80.
Tras unos declines en 1989 y 1990, llegó a un nuevo récord de 123 yenes por dólar en 1992.
El yen entró en declive durante la burbuja financiera e inmobiliaria de Japón y continuó en la misma tendencia, llegando a un tope de 134 yenes por dólar en 2002.
Por ejemplo, una moneda acuñada en 2009 llevaría la fecha Heisei 21 (el año 21 de reinado del emperador Akihito).
Sin embargo, las tasas de cambio variaban mucho con el tiempo, y no seguían tanto las equivalencias oficiales como el valor en el mercado.
Para el año 1879 ya se había completado la sustitución de monedas antiguas por yenes.
La tabla muestra el número de yen por dólar estadounidense (promedio mensual).
[27] Esta tabla muestra el tipo de cambio efectivo real del yen frente a las monedas nacionales, tomando la media de 2020 como 100, con números más altos indicando un yen más fuerte y números más bajos indicando un yen más débil Los datos a partir de 1970 se presentan en el rango amplio del Banco de Japón.
Los datos anteriores a 1969 se presentan en el rango estrecho proporcionado por el Banco de Pagos Internacionales.