[3] En 1907 fue invitado por el gobierno chino a trabajar al servicio de la dinastía Qing.
[3] Este descubrimiento llevó al Dr. Wu a diseñar y producir una mascarilla quirúrgica especial con algodón y gasa, agregando varias capas de tela para filtrar las inhalaciones, siendo considerada precursora de la mascarilla N95.
En poco menos de tres meses, Wu logró controlar la epidemia.
En 1935 fue nominado al Premio Nobel de Fisiología y Medicina, por su trabajo sobre la peste neumónica y especialmente el descubrimiento del papel que juega el Tarbagan en su transmisión,[2] siendo el primer malayo en ser nominado.
Vivió durante años en China, hasta que en 1939 regresó a su país, donde murió en 1960.