Éter etílico
Se le da el crédito de su descubrimiento al alquimista Ramon Llull en 1275, aunque no hay evidencia contemporánea que lo afirme[cita requerida].Lo sintetizó por primera vez en 1540 Valerius Cordus, que lo llamó «aceite dulce de vitriolo» (oleum dulci vitrioli, en lengua latina).Aproximadamente al mismo tiempo, Theophrastus Bombastus von Hohenheim (conocido como Paracelso) descubrió sus propiedades analgésicas.Los efectos anestésicos del éter le han hecho una droga recreativa, aunque no popular.El éter mezclado con etanol se vendió en el siglo XIX como droga recreativa, durante algunos movimientos por la templanza de la sociedad occidental.