En cuanto a su solubilidad, el dibutil éter es insoluble en agua pero soluble en muchos disolventes orgánicos tales como acetona o dicloropropano.
Por su naturaleza, su principal aplicación va a ser su uso como disolvente en una gran variedad de procesos y reacciones químicas.
Por carecer de hidrógeno ligado a oxígeno no reacciona frente a elementos activos (Na, Ca), ni con bases fuertes; sin embargo, expuesto al aire tiende a oxidarse fácilmente originando peróxidos muy inestables y peligrosos, de ahí que se deba proteger de la luz, el calor y el aire.
Este es uno de los métodos comerciales de preparación del éter y se lleva a cabo tratando el alcohol (butanol) en exceso, con ácido sulfúrico concentrado y calor (140-150 °C).
Este método se compone de dos etapas: en la primera se genera el alcóxido a partir del butanol y en la segunda tiene lugar la formación del enlace C-O mediante un proceso SN2.
Además, por su baja solubilidad en agua es un disolvente que resulta apropiado para extracción de compuestos.
Su utilización es idónea en reacciones de síntesis que requieran un disolvente inerte y anhidro.
Entre sus principales usos se encuentran: Las reacciones principales que puede dar el dibutil éter son: La unión éter es muy estable en relación con las bases, los agentes oxidantes débiles y los agentes reductores.
A esta oxidación espontánea por el oxígeno atmosférico se le llama autooxidación.