Su madre, Ekaterina Nikoláievna,[2] era historiadora, e influyó notablemente en la educación de sus hijos.
[1] Ese mismo año, la familia volvió a cambiar de residencia, instalándose esta vez en Simbirsk (actual Uliánovsk).
Sólo permanecieron allí un año, ya que en 1898 se trasladaron a Kazán.
[1] Para sus estudios universitarios, sin embargo, escogió las matemáticas, y en 1903 se matriculó en esta carrera en la Universidad de Kazán.
[1] Las primeras publicaciones de Jlébnikov no fueron obras literarias, sino artículos sobre ornitología.
En 1908, en Sudak (Crimea) conoció a Vyacheslav Ivánov, uno de los más destacados representantes del simbolismo ruso, que tuvo una gran influencia sobre él.
[1] En 1908 Jlébnikov dejó Kazán, sin haber completado sus estudios, y se trasladó a San Petersburgo.
Inicialmente pensaba continuar allí su carrera académica; sin embargo, pronto la literatura empezó a absorberle por completo.
Frecuentó a varios escritores: además del citado Ivánov, residente en San Petersburgo, conoció allí a poetas como Fiódor Sologub, Serguéi Gorodetski, Nikolái Gumiliov, Alekséi Tolstói y Mijaíl Kuzmín.
[4] Así se fue constituyendo el que más tarde (no empezaría a utilizarse este nombre hasta 1913) fue conocido como grupo «Hylaea», nombre dado por los antiguos griegos al territorio situado en torno a la localidad de Chernyanka (raión de Kajovka), donde vivía la familia Burliuk, de la que Jlébnikov fue huésped a menudo.
[4] La publicación, impresa en papel de pared, era declaradamente hostil hacia el movimiento simbolista, como se puso de manifiesto en el texto aportado por Jlébnikov, "La marquesa Dezes", que satirizaba a los autores vinculados a la revista Apollón.
[12] En febrero de 1914, Filippo Tommaso Marinetti, el iniciador del futurismo en Italia, visitó Rusia.
[13] Cuando, en el verano de 1914, estalló la Primera Guerra Mundial, las rencillas literarias pasaron a un segundo plano.
[13] El estallido del conflicto incrementó la pasión de Jlébnikov por las matemáticas predictivas.
[15] Gracias a un amigo psiquiatra, que le diagnosticó una enfermedad mental, pasó temporadas ingresado en un hospital, evitando el frente.