Fiódor Sologub

De esta suerte se aficionó al arte y al teatro, y tuvo ocasión de leer mucho.

Posteriormente estudió en el Instituto Pedagógico, del cual salió con el diploma de maestro, Empezó entonces a componer versos, escribió la primera novela, Sueños angustiosos (Тяжёлые сны), e inició otra, El demonio mezquino (Мелкий бес), publicada muchos años después.

Las dos revoluciones que conoció no influyeron mucho en su vida privada; durante la de 1905, limitóse a colaborar en revistas satíricas revolucionarias, y en la de 1917 permaneció casi indiferente.

El suicidio de su esposa, la escritora Anastasia Chebotarévskaia, acontecido en 1921 y en circunstancias misteriosas, constituyó para Sologub un golpe del cual no se rehízo ya.

Figura anteriormente compleja (como lo demuestran, en parte, las diversas y variadas experiencias teatrales, desde El don de las sabias abejas hasta Los rehenes de la vida), guarda, posiblemente, la clave de su personalidad en el íntimo enlace entre los elementos fantástico y realista que caracterizan sus obras.