Destacan entre sus miembros más importantes Vladímir Soloviov, Vasili Rózanov, Dmitri Merezhkovski, Valeri Briúsov, Zinaída Guíppius, Konstantín Balmont, Fiódor Sologub, Andréi Bely, Viacheslav Ivánov y Aleksandr Blok.
A finales de siglo se crea en Moscú la editorial Escorpio (1899-1916) y surge el almanaque Las flores nórdicas que dirige Briúsov desde 1903 y en 1904 la revista Libra con el objetivo de unir a todos los miembros del “arte nuevo”.
Otro grupo simbolista se reúne en San Petersburgo, liderado por Dmitri Merezhkovski, Zinaída Guíppius y Nikolái Minski.
El simbolismo menor se dio en la primera década del siglo XX, también dividido en dos grupos literarios reunidos en San Petersburgo y en Moscú.
En Moscú se formó el "Grupo de los argonautas", compuesto por Serguéi Soloviov, Andréi Bely, Aleksandr Blok y Ellis Kobylinski.
[1] Fuera de estos autores, hubo otros que, frecuentando este grupo, no llegaron a militar estrictamente en él.
Esta auténtica revolución versificatoria preparó el descubrimiento de la prosa poética (Bely) fundada en principios rítmico-musicales.
Esto provocó tal cansancio que una corriente poética posterior, el acmeísmo, volvió a lo cotidiano, concreto y unívoco.