La denominación, que proviene del griego άκμη, acmé, es decir, "apogeo" o "cumbre", pero también "madurez", fue adoptada por Nikolái Gumiliov y Serguéi Gorodetski.
Querían equilibrar la estructura formal del poema mediante un lenguaje fresco y significativo, buscando la aproximación a la realidad sin la mediación de recursos retóricos vagos propios de la poesía como el símbolo o la metáfora, devolviendo al lenguaje la pureza pusjiniana.
Gustaban asimismo de llamarse «adanistas», por su aspiración a lo fuerte, lo claro, lo viril, lo simple, lo primitivo y directo.
[1] Los impulsores del acmeísmo se agrupaban en torno al llamado Gremio de Poetas (Цех поэтов) y la revista Apollon.
Los acmeístas se reclaman de Alexander Pope, Théophile Gautier, Rudyard Kipling, Innokienti Ánnienski y del círculo Parnasiano.