Peñón de Vélez de la Gomera

Los primeros estudios descriptivos sobre el mismo se realizaron a mediados del siglo XIX, constatándose cómo la población marroquí de tierra firme convivía pacíficamente con la guarnición española.El Imperio otomano, interesado por la importancia corsaria de este reino, lo reforzó en el siglo XVI con cuatro fortalezas que protegían la rada y el islote.La peligrosa navegación por el mar Mediterráneo inquietaba a los Reyes Católicos; para solucionar el problema Juan Alonso Pérez de Guzmán, III duque de Medina Sidonia, conquistó Melilla en 1497.[7]​Pedro Navarro, necesitado de agua, conquistó también los enclaves terrestres que completaban el islote.Se decidió dar a Muley Áhmed permiso para refugiarse en el peñón con su familia.En la alcazaba de Snada se encontraron El Mutaukil y el comandante portugués Bastião Gonzálvez.El peñón fue atacado y se evacuó a la población civil en abril de 1922 con los submarinos B-1 e Isaac Peral (A-0), apoyados por el acorazado España.El desembarco se realizó bajo intenso fuego de fusil y cañón.La Legión mejoró rápidamente las posiciones, aumentando su capacidad defensiva y las condiciones de seguridad del peñón; más tarde, tras varios contraataques, los españoles obligan al enemigo a levantar el asedio y a retirarse tras sufrir grandes pérdidas.Posteriormente, tuvo que ser abastecido en junio de 1922 por los submarinos A-3, Isaac Peral (A-0) y B-1.Hoy día carece de valor estratégico militar y ya en las Cortes de 1872 se propuso su abandono o voladura, aunque estas propuestas no llegaron a prosperar.
Vista del peñón y de la costa norteafricana.
El islote en 1920