[5] En última instancia, lo que pretendía Ripperdá era desarticular la Cuádruple Alianza mediante una aproximación entre Felipe V y Carlos VI.
[8] Durante el año que estuvo en Viena Ripperdá alcanzó cuatro acuerdos, dos de ellos secretos, que se conocen como el Tratado de Viena de 1725 y que "significaban un giro copernicano en Europa", según Rosa Mª Capel y José Cepeda.
En uno de los documentos Felipe V otorgaba la amnistía a los austracistas y se comprometía a devolverles sus bienes que habían sido confiscados durante la guerra y en la inmediata posguerra.
Además Felipe V concedía a la Compañía de Ostende —llamada oficialmente Compañía Imperial y Real de las Indias y radicada en los Países Bajos, ahora bajo dominio del emperador— importantes ventajas comerciales para que pudiera comerciar con las Indias españolas.
[9][10] Las cláusulas del tratado incluían:[11] Ripperdá volvió a Madrid en 1725 y Felipe V premió su labor concediéndole la Grandeza de España y nombrándolo secretario de Estado.
Además el emperador tampoco estaba dispuesto a entrar en conflicto con Gran Bretaña, por lo que no apoyaría a Felipe V si este intentaba recuperar Gibraltar o Menorca.
En contrapartida las concesiones comerciales prometidas a la Compañía de Ostende nunca se materializaron y acabó disolviéndose en 1731 por la presión británica.
"España volvía a comprobar que la Roca, desde tierra, era casi inexpugnable mientras pudiese contar con el apoyo de una flota que llevase tropas de refresco y provisiones", afirman Rosa Mª Capel y José Cepeda.