Junto con la Conferencia de El Pardo, fue planeada para poner fin a la Guerra anglo-española resolviendo las varias áreas de disputa (particularmente las comerciales y territoriales) entre ambas.
España accedió a reconocer la posesión británica de Gibraltar y Menorca a cambio del reconocimiento por parte de los británicos de los derechos españoles en Italia.
[2] El Congreso abrió el camino del Tratado de Sevilla que, celebrado en dicha ciudad, permitió a ambas partes llegar a un acuerdo.
Sin embargo muchas de las disputas estallaron nuevamente durante la siguiente década llevando a ambas Coronas a combatir entre ellas en la Guerra del Asiento en 1739.
Durante las negociaciones los Países Bajos fueron representados por Sicco van Goslinga.