Juan Guillermo Ripperdá
A la muerte de sus padres abjuró del catolicismo y se hizo calvinista para mejorar sus perspectivas en su país.Viudo entonces de su primera esposa, Alida Schellingnov, en 1721 volvió a contraer matrimonio, en esta ocasión con la dama española doña Francisca Eusebia Jaraba del Castillo.[1] Sin embargo, su ambición y ligereza terminaron por perderlo, ya que se comprobó que el Tratado no era favorable para España y la obligaba a entregar al emperador una astronómica cantidad de dinero a cambio de imprecisos e inconcretos compromisos del emperador para ayudar a Felipe V en la recuperación de Gibraltar y Menorca.Se trasladó entonces a los Países Bajos, donde por segunda vez abrazó el calvinismo; aunque allí no sufrió hostilidad alguna, decidió partir hacia Marruecos con ayuda de un almirante marroquí llamado Pérez que descendía de un renegado español y era embajador en La Haya.Recibido cariñosamente por el sultán Abdallah II de Marruecos, parece que Ripperdá no tardó en comenzar a intrigar.