Inicialmente previsto como un metro automático sin conductor, finalmente se optó por construir una red de tranvías para repartir mejor los recursos y poder acceder mejor a todo el territorio, y no favorecer sólo a un sector de la ciudad.
De las 118 estaciones actuales, por 115 pasa una línea y en 3 trasbordan dos líneas distintas.
Como en otras ciudades de Francia en la época, el ayuntamiento decidió poner fin a la explotación del tranvía debido a la imagen anticuada frente al autobús y porque molestaban al creciente flujo de coches.
Una solución basada en el sistema de metro automático, tal y como se hizo en Lille, es la opción favorita.
La naturaleza de un subsuelo poco favorable a los túneles (la ciudad se sitúa sobre una antigua marisma) y la baja densidad urbana del área metropolitana en ese momento contribuyeron a desechar la solución del metro en Burdeos.
Además, esta solución no permitía comunicar con el campus universitario de Burdeos, situado en su mayor parte en los municipios de Talence y Pessac, en la margen izquierda del río Garona.
Se crean aparcamientos en la periferia para disuadir a los coches de entrar en la ciudad.
Este modo de alimentación causó muchos problemas y averías frecuentes al inicio del servicio, pero actualmente es suficientemente fiable.
Gracias a las mejoras aportadas y a la fiabilidad adquirida con el tiempo, el tranvía se convierte rápidamente en un medio de transporte muy práctico apreciado por los bordeleses, por su rapidez y por su estética.
Se distingue trozos con bordillos de 14 centímetros que no podrían ser utilizados por otros vehículos, trozos con bordillo de 6 centímetros que podrían ser utilizados excepcionalmente por un vehículo, y trozos en los que se comparte la vía con el tráfico rodado.
En las curvas el flanco lateral del raíl se engrasa automáticamente para limitar el chirrido de las ruedas.
Atraviesa la aglomerción de oeste a este, siendo la única línea que transcurre, además de por la orilla izquierda, por la orilla derecha del río Garona y que, por lo tanto, lo atraviesa.
No están previstas nuevas extensiones en esta línea, al menos de momento.
En el primer trimestre de 2020, llegará hasta Cantinolle y, si todo va según lo previsto, en 2022 acabará en Carré des Jalles.
Esto ocurre sobre todo en zonas céntricas o históricas, permitiendo una mejor conservación paisajística de dichos lugares.
Al ser un sistema novedoso, dio lugar a varios problemas al inicio, sobre todo con la línea , dado que retrasó su apertura durante más de 6 meses.
Se realizará en vía única y su apertura está prevista para el primer semestre de 2022.
Empieza su recorrido en el centro de Burdeos para seguir, junto a la línea , hasta la estación Quinconces.
[14] Este proyecto prevé crear otra línea nueva: la línea F. A diferencia del resto de líneas, esta será más corta y tendrá recorrido circular.
Para agilizar los tiempos de viaje, se propone suprimir los cruces con más tráfico y sustituirlos por túneles, de manera que el tranvía no tenga que parar en ellos.