Toma de Breda (1581)

El centinela corrupto, apodado Balafré, permitió a las tropas españolas entrar al castillo.

Los defensores se rindieron con la condición de que la ciudad no fuera saqueada.

A las 10 de la mañana se detuvo la lucha y comenzó el saqueo.

Debido a estas diferencias entre el vecindario, la ciudad de Breda podría ser asediada más fácilmente; era importante tomarla porque, como todas las otras ciudades de Brabante como Amberes y Bruselas se mantuvo fiel a la revuelta; además, Breda bloqueó la carretera del norte.

Con la caída de Breda, Brabante del Norte quedó bajo control español lo que hizo más fácil para el Duque de Parma, unos años más tarde, asediar y conquistar Amberes.