Unión de Utrecht

El documento recogía el derecho de cada provincia a mantener sus tradiciones, la unión militar de todas ellas y la libertad de culto religioso.

Aunque todavía se reconocía a la Corona española como gobernante de las provincias, el acuerdo deterioró mucho las relaciones con el rey.

Entre enero de 1579 y abril de 1581 firmaron la Unión los siguientes territorios: En 1580 la prohibición del culto católico y la entrega de todas las iglesias de esta confesión a la reformada neerlandesa,[2]​ supuso perder el apoyo de los católicos que todavía no se habían unido a las fuerzas españolas.

Este produjo gran descontento y acabó con la retirada de los tercios de Flandes por el Edicto perpetuo de 1577; hechos que se unieron a la quiebra de la Corona española de 1575, que golpeó a Amberes como centro financiero.

A su vez, el asalto francés en el ataque a Amberes y la batalla de Steenbergen allanó el camino para que Alejandro Farnesio reconquistara muchos de los territorios perdidos, que culminaría con la conquista de Amberes en 1585 y el Sitio de Venlo (1586).

Mapa tras el Tratado de Utrecht (carta de independencia) en 1579, con los territorios rebeldes en naranja (independentistas) y sus anexiones durante el primer año en tono más claro. En colores amarillentos, los territorios de la Unión de Bruselas, territorios que habían pedido al rey de España que sacara los tercios de Flandes tras el motín de los tercios y el saqueo de Amberes (neutrales, que reconocían la autoridad real). Rayados, territorios tomados por España inicialmente. En azul la Unión de Arrás, aliada de España. En morado, el Obispado de Lieja, aliado de España. En verde, otros aliados españoles
Mapa de las Provincias Unidas en 1590, tras la campaña de Alejandro Farnesio: en naranja los territorios rebeldes en naranja (la República), y sus conquistas en un tono más claro del mismo color; en verde los territorios españoles; y en amarillo el obispado de Lieja , aliado de los españoles