En los años finales de la guerra los franceses, aliados con los holandeses, debilitaron a los españoles.
Las negociaciones entre las partes en lucha comenzaron en 1641 en las ciudades de Münster y Osnabrück, en la actual Alemania.
Mercaderes neerlandeses, beneficiados por el cese de las hostilidades y la disponibilidad de navíos relativamente baratos, pronto dominaron los mercados que habían sido anteriormente dominados por comerciantes ingleses.
[1] A pesar de no haber sido formalmente reconocida como un estado independiente, la república neerlandesa estuvo participando en las charlas de paz; incluso España no se opuso a esto.
Una copia original del tratado se conserva en el Rijksarchief (archivos nacionales holandeses) en La Haya.