El príncipe de Egipto

Hans Zimmer compuso la banda sonora y Stephen Schwartz escribió las canciones de la película.[5]​ En el Antiguo Egipto, Jocabed (Ofra Haza), una esclava Hebrea, observa cómo otras mujeres de su pueblo pierden a sus bebés varones por orden del faraón Seti I (Patrick Stewart).Jocabed pone a su hijo recién nacido en una cesta casera y lo deja flotando en el Nilo para salvarlo de los soldados del faraón.Más tarde, Ramsés es nombrado príncipe regente y se le da autoridad sobre todos los templos de Egipto.Durante la fiesta de celebración, los sumos sacerdotes Hotep (Steve Martin) y Huy (Martin Short) le regalan al príncipe heredero a Séfora (Michelle Pfeiffer), una joven madianita que han comprado como esclava, para que sea su concubina.Mientras la sigue, Moisés se encuentra casualmente con Míriam (con voz de Sandra Bullock) y Aarón (Jeff Goldblum).El padre de Séfora, Jetró (Danny Glover), sumo sacerdote de Madián, le da la bienvenida y lo acoge hospitalariamente entre su pueblo, como agradecimiento por salvar a sus hijas, Moisés se considera indigno por tales acciones, ya que nunca ha trabajado para ello, Jetró, viendo su corazón adolorido y sabiendo que el no tiene a donde ir lo consuela y le da la oportunidad para reivindicarse.Un día en la mañana, Moisés estaba pastoreando las ovejas, pero una de ellas se separa del rebaño y empieza a buscarla.Seguidamente le da poder al báculo de Moisés para que pueda hacer grandes maravillas en su nombre.Más tarde, Moisés se enfrenta de nuevo a Ramsés mientras pasea en su barco por el Nilo.Moisés avisa a su pueblo para que marquen con los postes y las esquinas de sus puertas con sangre de cordero sin mancha e impureza para evitar la última plaga mortal y cerrando sus respectivas puertas para evitar que el ángel entrase a sus casas.Los israelitas entonces cruzan el mar a pie enjuto durante la noche, pero la columna de fuego termina por extinguirse y los egipcios reemprenden la persecución.La película acaba con Moisés bajando del monte Sinaí para entregarles las Tablas de la ley a su pueblo, quien estaba esperando su regreso.[8]​ Katzenberg recuerda que Spielberg lo miró durante la reunión y dijo «Debes hacer los Diez Mandamientos».Las pistas de voz se convirtieron en el aspecto principal que los animadores tuvieron en cuenta para construir sus interpretaciones.También se diseñaron efectos en términos de iluminación y cómo ésta proyecta las sombras en la escena.