Sola y devastada en un estado de tristeza, Ginger formula un deseo: «Que el cielo nos ayude».
Una emocionada Ginger le pregunta al gallo si puede volar, cosa que afirma y acaba presentándose con el nombre de Rocky, dejando impresionadas a todas las gallinas, menos al anciano Fowler, el único gallo de la granja.
Rocky no se ve contento de escuchar la noticia, e intenta escapar de la granja; Ginger le suplica quedarse, pero el gallo no la escucha hasta que un camión del circo se estaciona en la granja.
Ginger se da cuenta de que Rocky es del circo, y chantajeándolo los dos establecen un trato: si Rocky les enseña a volar, Ginger lo esconderá de los Tweedy hasta que su ala se recupere.
Esta actitud hace que Ginger desarrolle un resentimiento hacia el gallo.
Rocky es visto como un héroe por todas la gallinas, incluso Fowler se disculpa con el gallo.
Al día siguiente, Ginger prepara a todas la gallinas para la demostración, pero las cosas toman un giro trágico cuando una devastada Ginger llega con un pedazo faltante del cartel de Rocky que muestra al gallo siendo impulsado por un cañón, revelando que nunca fue capaz de volar; como resultado el gallo escapa de la granja y Ginger se resigna a su terrible suerte.
El orgulloso gallo les narra que en sus tiempos estuvo en la Real Fuerza Aérea.
Con dichas narraciones, Ginger se inspira para un nuevo plan de escape: construir un avión.
Unos cuantos días después se revela que los pollos viven en un santuario para aves e incluso han tenido pollitos los cuales son educados por Fowler y Mac.
Cosa que las ratas hacen, aunque acaban insultándolo en silencio, proclamándose ser las estrellas de la película.
El juego es una parodia de la famosa película The Great Escape, que se basa en la Segunda Guerra Mundial.
Los guionistas originales de Chicken Run Karey Kirkpatrick y John O'Farrell regresarán para escribir la secuela.
Por otra parte, los cofundadores de Aardman Peter Lord y David Sproxton fungirán como los productores ejecutivos.