Zarza ardiente es la denominación convencional de un episodio bíblico (Éxodo capítulo 3, versículos 2 a 4) que es utilizado con alguna frecuencia en el arte cristiano.
Allí vio una zarza que ardía sin consumirse, y "en la llama de fuego" "se le apareció el ángel del Señor".
[7] La denominación "zarza" (סנה seneh en hebreo, origen del topónimo Sinaí, rubus en el latín de la Vulgata),[8] que en la Biblia es un hapax legomenon (sólo se emplea en ese contexto), es un término botánico vulgar que puede designar a muchas plantas espinosas de talla arbustiva; se ha propuesto su identificación con distintas plantas, por ejemplo, la zarzamora (Rubus fruticosus).
[10] También se ha propuesto que todo el pasaje sea en realidad una referencia a la propia condición "ardiente" del monte Sinaí (סיני).
Moisés y Aarón, ciertamente como guía indiscutible, enfrentaron varias dificultades tanto en "Mitzraim", el antiguo Egipto, como en el desierto, principalmente debido a los "agregados" unidos en una "multitud abigarrada" no siempre fieles a las reglas, que todos los judíos aceptaron con el Matan Torá durante el episodio único del Monte Sinaí, pacto eterno con Dios.