Teoría de los dos demonios

Un hecho que probaría que se vivió una guerra civil, sería, argumentan, lo dicho por el propio Firmenich en el 2004 refiriéndose al asesinato de Rucci: "Sí, desde nuestro lado [matar a Rucci] fue un error político, como toda la [supuesta] guerra civil que ha vivido la Argentina".Ya en la presidencia de la Argentina, Isabel Perón se reunió con el mismo dictador chileno para consolidar y mejorar una reacción antisubversiva coordinada por los gobiernos del Cono Sur.Esta reunión no fue clandestina ni secreta, sino que fue cubierta por el Jornal do Brasil: "Los dos gobiernos no ocultan su preocupación por la estrecha colaboración que existe entre militantes del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) y el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR)".La justicia estableció que fue asesinado por el grupo parapolicial de extrema derecha Triple A dirigido por el ministro de Bienestar Social José López Rega bajo un gobierno democráticamente elegido.A mí me hubiera molestado muchísimo que mi muerte fuera utilizada en el sentido de que un pobrecito dirigente fue llevado a la muerte",[10]​Y agregó:"La inmensa mayoría de los desaparecidos son montoneros (…) No existen los buenos y los malos, en líneas generales; nosotros no somos los buenos y los demás los malos, todos somos buenos y malos, todos somos responsables de que la Argentina esté como está, por acción u omisión"[11]​Y en un reportaje concedido al periodista Enrique Llamas de Madariaga remató:"todos somos demonios (…) en una guerra civil, aquel que no tiene nada que ver es porque se fue de la Nación.Es horrible ver a Graciela decir que fue aberrante la corrección del prólogo.Esta "teoría" ha sido muy comentada también en Uruguay, en una versión local donde entran en juego, por un lado, la acción del aparato represivo estatal, y por el otro, la guerrilla tupamara.Uno de sus más enfáticos impulsores fue el expresidente Julio María Sanguinetti.
Aviso oficial de la dictadura llamando a denunciar a los dirigentes de Montoneros Norma Arrostito , Mario Firmenich y Fernando Abal Medina por el secuestro de Pedro Eugenio Aramburu .