Teoría M

Según esta propuesta, las partículas son cuerdas vibrando a cierta frecuencia en un espacio-tiempo que requiere al menos once dimensiones.

Esta teoría sigue siendo una propuesta de trabajo y si bien tiene amplio apoyo, no es una teoría con aceptación universal, ya que no existen pruebas empíricas en su favor, siendo difícil de verificar dadas las energías requeridas para verificar los detalles.

Además la teoría contiene algunos problemas matemáticos no resueltos y solo conjeturados de manera aproximada.

Hasta el siglo XIX, se pensaba que el átomo era el bloque más pequeño de materia.

Durante mucho tiempo fue considerado el elemento constituyente básico e indivisible de la materia.

En los primeros años del siglo XX se comprobó que incluía componentes más pequeños llamados protones, neutrones y electrones, que se conocen como partículas subatómicas.

Estas «cuerdas» vibran en múltiples dimensiones, y en función de la forma en que vibran, podrían ser percibidas en el espacio de tres dimensiones como materia, luz, o gravedad.

Estas cuerdas serían tan pequeñas que incluso en la diminuta escala de las partículas parecerían como puntos.

Esto puede parecer incongruente; sin embargo, es posible que las 6 dimensiones extra sean extremadamente pequeñas y curvadas.

Por ejemplo, si se mira a un tubo desde una gran distancia, parece ser una línea (unidimensional).

Por tanto, el tubo es realmente una superficie bidimensional a pesar del hecho que parece ser una línea desde lejos.

Esto se logra tejiendo una red de relaciones entre las teorías llamadas dualidades (específicamente, dualidad-S, dualidad T, y dualidad-U).

Otros dan significado a la M como "Matriz", "Madre de todas las cuerdas" o "Madness" (locura).

Esto evidenciaría la existencia de infinitos universos paralelos, algunos de los cuales serían como el nuestro con mayores o menores diferencias, y otros que serían impensables con 4 o 5 dimensiones.

Esto explicaría la debilidad de la gravedad, pues la partícula del gravitón sería la única que podría pasar por todas las membranas, perdiendo su fuerza.

La teoría del electromagnetismo también se encontraba en el mismo estado a mediados del siglo XIX; había teorías separadas para el magnetismo y la electricidad y, aunque eran conocidas por estar relacionadas, la relación exacta no se clarificó hasta que James Clerk Maxwell publicó sus ecuaciones en su trabajo de 1864, Una Teoría Dinámica del Campo Electromagnético.

La teoría M concibe una jerarquía de esferas y membranas sin fin pero con un orden subyacente.

Para esta hipótesis, llamada "orden holográfico", definirá entre otros, el dinamismo y/o relaciones dentro del sistema.

Brian Greene ha escrito varios libros explicando la teoría de cuerdas y la teoría-M:

Representación de la variedad de Calabi-Yau uno de los candidatos para representar las dimensiones compactificadas asociadas a la teoría M, diferente de las cuatro dimensiones observables (no-compactificadas) del espacio-tiempo .
Cuando aumenta en la Teoría IIA, la cuerda fundamental adquiere una estructura más compleja que deviene en una «membrana» donde el volumen del universo es tridimensional.