El propio Kaku lo ha señalado como un factor de interés a la hora de entender sus opiniones: en el budismo, el universo no tiene ni principio ni fin, mientras que en el cristianismo el universo es lineal, y tiene un principio y un fin.
En la feria nacional de ciencias en Albuquerque, Nuevo México, Michio llamó la atención del físico Edward Teller, quien tomó a Kaku como su protegido, y lo premió con la beca Hertz Engineering Scholarship.
[2][3] Apadrinado por Edward Teller, Kaku se formó en la Universidad de Harvard, donde recibió un reconocimiento Bachelor of Science en 1968, y fue el mejor alumno en física.
Durante la guerra de Vietnam, Kaku completó su entrenamiento básico del Ejército estadounidense en Fort Benning, Georgia, y completó su entrenamiento de infantería avanzada en Fort Lewis, en Washington.
[1] Para predicciones no materializadas como las relativas a la era de la información como la oficina sin papeles, la ciudad sin gente, los ciberturistas o el teléfono con imagen; Kaku considera que la gente ha rechazado esos adelantos debido a lo que conoce como Principio del hombre de las cavernas manifestando que al producirse un conflicto entre la tecnología moderna y los deseos de los primitivos antepasados, estos últimos siempre ganan.