Templo de Santa Catalina de Siena (México)

[1]​ El primer convento de monjas Dominicas fue fundado en la ciudad de Antequera hacia 1575 conforme una bula del papa Pío V.

[1]​ Hacia 1593 fue fundado el convento de la Ciudad de México, autorizado con una bula emitida en 1583 emitida por el papa Gregorio XIII.

[1]​ Las fundadoras del convento fueron sor Catalina de la Asunción y sor Mariana de San Bernardo quienes llegaron del convento de Oaxaca e inicialmente ocuparon dos casas en la calle de la Misericordia, cedidas por tres hermanas llamadas Ana, Isabel y María Phelipa, conocidas como “las Felipas”,[2]​ sin embargo permanecieron poco tiempo en ese lugar, ya que el 3 de julio de 1593 adquirieron las casas de Diego Hurtado de la Peñaloza,[1]​ ubicadas en la calle de las carnicerías, actual República de Argentina, donde comenzó la construcción del convento.

[3]​ El convento fue exceptuado en la primera aplicación de la ley de desamortización de los bienes del clero, sin embargo, durante la Segunda intervención francesa en México las monjas fueron exclaustradas en marzo de 1863, estableciéndose en el convento un hospital de sangre.

[1]​ Al triunfo de las fuerzas Francesas en junio de ese año y la ocupación de la ciudad, las monjas volvieron al convento, siendo definitivamente exclaustradas en 1867 a la caída del Segundo Imperio Mexicano y la aplicación definitiva de las leyes de Reforma,[1]​ después de la cual el convento fue utilizado como cuartel.

El retablo mayor del templo actualmente se encuentra en la capilla de Balvanera del templo de San Francisco el Grande .