Temor de Dios

La deisidaimonía tenía una valoración negativa para la sociedad griega, como opuesta a la eulabeia o precaución, y se la consideraba producto de una fe excesiva.Así, deisidaimonía fue empleado por Teofrasto en sus Caracteres para describir la figura del «supersticioso», mientras que Aristóteles (en la Política) sostenía que el tirano debe intentar aparecer en público como deisidaímon (temeroso de la divinidad o sumiso a los dioses), pero sin exageración.[1]​ La primera mención del temor de Dios en la Biblia hebrea es en Génesis 22:12, cuando a Abraham se le pide que deposite su confianza en Dios en el sacrificio de Isaac: «Continuó el Ángel: "No alargues tu mano contra el niño, ni le hagas nada, que ahora ya sé que eres temeroso de Dios, ya que no me has negado tu hijo, tu único"».[4]​ Las palabras hebreas יִרְאַ֣ת (yir’aṯ) y פַּחַד (p̄aḥaḏ) se utilizan comúnmente para describir el miedo a Dios.[8]​[9]​ Según Rudolf Otto, en el Antiguo Testamento la asociación entre lo santo y lo «tremendo», es decir, aquello que produce temor, es común desde la palabra hiq’disch, «santificar una cosa en su corazón», que implica «distinguirla por el sentimiento de un pavor peculiarísimo, que no se confunde con ninguna otra clase de pavor».Según Robert B. Strimple «se da una convergencia de sobrecogimiento, reverencia, adoración, honor, devoción, confianza, agradecimiento, amor y sí, miedo».[13]​ Algunas traducciones al inglés de la Biblia, como la Nueva Versión Internacional (NIV) suelen reemplazar la palabra «temor» (fear) por «reverencia» (reverence).[14]​ En el Nuevo Testamento, este temor está descrito con la palabra griega φόβος (fóbos, «miedo», «horror»),[15]​ excepto en 1 Timoteo 2:10, donde Pablo se refiere a las γυναιξὶν ἐπαγγελλομέναις θεοσέβειαν, («mujeres que profesan el temor de Dios») con la palabra θεοσέβεια (theosébeia), traducido por el diccionario de Henry George Liddell y Robert Scott A Greek-English Lexicon como «servicio o temor de Dios».[23]​ Otto lo asocia con el miedo y la conmoción que provoca la experiencia religiosa.Y aunque el héroe guerrero solicita comprender la visión que le ha sido dada, ello no le es concedido, sino que debe permanecer incomprensible para él.
Placa en Bailton, Reino Unido . Traducción: «Temed a Dios y glorificadle, pues la hora de su juicio ha llegado: y adorad a Aquel que creó los cielos y la tierra, el mar y las fuentes de agua».