[10] Para eso utiliza expresiones típicamente paulinas: «orar siempre» y «sin desfallecer».
[14] En la sociedad judía del siglo I, el casamiento tenía lugar a edad temprana: las muchachas contraían matrimonio generalmente entre los 13 y 14 años, lo que conllevaba la existencia de viudas muy jóvenes.
[21] La literatura antigua muestra muchos ejemplos con descripciones similares aplicadas de preferencia a personajes públicos conocidos.
Solo podía combatir con aquel grito insistente y perseverante con el que reclamaba justicia.
[24] El Evangelio de Lucas se caracteriza por las numerosas mujeres que aparecen como personajes, en línea con el papel calificado que tuvieron las mujeres en las comunidades fundadas por Pablo de Tarso.
Finalmente cedió, pero no por sentirse motivado a administrar justicia, sino por temer que la cantinela de la viuda se prolongara indefinidamente.
[28] La viuda termina por coadyuvar a la instauración de la justicia, no denunciando al juez, sino demandando que cumpla con su obligación.